En 1450, los experimentos de Gutenberg estaban tan avanzados que comenzó a montar e imprimir pequeños libros y volantes de una sola hoja. Las primeras impresiones atribuidas a Gutenberg se pueden dividir en dos grupos. Por un lado, las pequeñas impresiones como diccionarios, gramáticas cortas, indulgencias y calendarios; y por otro lado la llamada Biblia de Gutenberg, también conocida como Biblia de 42 líneas. La rapidez de la ejecución/impresión fue el detonante de la expansión de este nuevo método, puesto que antes la entrega de un libro manuscrito podía tardar años.
La biblia tardó unos 2 años en ser impresa. Los primeros ejemplares se exhibieron en la feria comercial de Frankfurt de 1454. Se hicieron 180 copias, cada una de 1200 páginas. Actualmente quedan unas 48 biblias; unas 12 en vitela y el resto de papel. En España se conservan dos, una completa en Burgos y otra parcial, en Sevilla.
Se sabe que sobreviven 48 copias sustancialmente completas, incluidas dos en la Biblioteca Británica que se pueden ver y comparar en línea. El texto carece de algunos caracteres de los libros modernos, como números de página, sangrías o saltos de párrafo.